No solo hoy, sino todos los días

Habría mucho que decir sobre el día de la lucha feminista (algunos lo llaman Día Internacional de la Mujer), por ejemplo:
que todo tipo de mujer sigue sufriendo las consecuencias de la violencia patriarcal, y esto, cada día y en todo el mundo.
que el 'male gaze, rape culture' y el paquete entero de la masculinidad tóxica está tan anclado en el día a día, que difícilmente se encuentra una salida.
No se trata de regalar un ramo de flores con un tímido agradecimiento. Más bien se trata de reconocer la violencia estructurada, la violencia en los sistemas en los que nos movemos día tras día y los que deben urgentemente ser recordados en nuestra conciencia.
Y siendo esta una página espiritual, enfoquemos nuestra mirada hacia el entorno espiritual, para reconocer que también aquí es necesario combatir el pensamiento y la acción discriminatorio y abusiva.
No siempre es tan obvio como en la iglesia católica en la que a las mujeres las privan categóricamente de los cargos decisivos y de las consagraciones, en la que existe una historia eterna de abusos mentales, físicos y sexuales y en la que se cultiva cuidadosamente una iconografía de docilidad femenina.
En los entornos espirituales, a menudo nos encontramos con figurines en los que la mujer siempre de nuevo es forzada a los conceptos del cuidado compasivo y la susceptibilidad, mientras los hombres los escenifican conscientemente como pechugones, creativos, luchadores y dominadores.
Lo que experimentamos en todos los ámbitos son patrones anticuados del camino espiritual auto optimizado y esto no comienza solamente en las sectas, que consiguen establecerse como objeto de estremecedores documentales en Netflix o Prime, sino que esto ya comienza en lo más pequeño, en los grupos de yoga y de meditación. Falsos maestros y gurús que no consiguen asumir su responsabilidad espiritual y se dejan llevar por las tentaciones, aprovechándose de sus discípulas y de la ética y moral de su cargo.
Últimamente se rompen muchos sistemas de pensamiento flemático y esto es laudable para aprovechar estas oportunidades y limpiar los sistemas. ¿¡Si no es hoy, entonces cuando...!?
¡No confundas! No es anacrónico ser feminista, tampoco cuando algunos prestadores de servicios espirituales y autoproclamados pioneros de la consciencia se atribuyen los argumentos de la era postfeminista y conciliación de géneros. ¡Mirad el mundo, las noticias, las estadísticas de los crimines - o en nuestra propia biografía... y se demuestra que el feminismo es tan importante como el aire para respirar! El espacio feminista necesita crecer, madurar, reflejarse a sí mismo y avanzar más que ayer y hoy. Interseccional, rebelde, crítico.
¡Ser humano - ser feminista!
​Gracias por tu atención