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yoga en familia
Clausura con meditación
Al final de la sesión se trata, una vez más, de sentirse a si mismo, los demás y el entorno. Esto puede hacerse con un cuento, con un juego, la respiración, una canción o con sonidos sonoros. Nos despedimos con el saludo Namaste que significa “aprecio la fuerza en ti y en mí.” Es un saludo y un símbolo de respeto hacia si mismo y hacia los demás. Una sesión de Yoga puede ser dinámica, silenciosa, rápida, lenta, potente o suave. Siempre se trata de escuchar el propio ritmo, de modelar su propia vida y de desarrollar la comprensión para los demás. Yoga, sobre todo, es una filosofía de vida. Las posturas, las técnicas de respiración y de concentración o meditación ayudan a conocer a si mismo y a los demás cada vez mejor. |
Una lúcida experiencia para padres e hijos
Practicar Yoga junto con tu(s) hijo(s) es una maravillosa manera de estrechar lazos y divertirse. Aprendes posturas divertidas con las que descubrimos a movernos como los leones, las serpientes, volamos como las aves o nos convertimos en un árbol majestuoso. Descubres tu “niño interior” y la interacción sensible con tu(s) hijo(s) y el resto del grupo. Juegos de Yoga, cantar, bailar y masajear se suman a una clase divertida, en la que finalmente nos relajamos tumbados en la esterilla. Los Asanas (posturas) se practican desde los elementos del Yoga para niños. De esta manera los adultos disfrutan nuevamente de poder ser niños. Viajamos a los “reinos” de la fantasía, pero también nos dedicamos a analizar específicas situaciones del día a día desde una perspectiva infantil. Sobre todo, se trata de pasárselo bien con los ejercicios y poder desconectar de toda agitación externa. Yoga en familia ofrece un espacio para niños inquietos y padres incesantes. En tiempos en los que los niños están sometidos a tantas impresiones y los padres a las exigencias del trabajo y de la familia, nos preguntamos: ¿qué puede hacer el Yoga para estas familias? Yoga te ayuda a establecer equilibrio en tu vida. Esto tiene un significado diferente para cada persona. Un niño que tiene miedo, experimenta con el Yoga confianza y calma. Un adulto que siente ansiedad, consigue con el Yoga fuerza y serenidad. Quien siente inquietud, aprende a calmarse. ¿Cómo es una sesión de Yoga en familia? Sintonía y calentamiento El ritual de la bienvenida y de la percepción física, por ejemplo, con elementos rítmicos o música. Juegos en movimiento como “el saludo al sol”. El juego con los Asanas Un cuento en movimiento invita a aprender diferentes posturas. Expresarse, reinventarse. Niños que están sometidos a demasiada presión, lo expresan y necesitan una posibilidad para deshacer la presión, sin extorsionarse a si mimos o a los demás. En el juego de los Asanas puede ser el rugido de un león o el silbido de una cobra o el grito del guerrero. El miedo puede ser canalizado a través de ejercicios de respiración que nos permiten percibir el cuerpo diferentemente. Si los niños se sienten agotados, aprenden a vitalizar su energía. Los niños inquietos aprenden a canalizar y calmar su inquietud. Para esto necesitan un espacio en el que puedan expresar lo que sienten en ese preciso momento. Los padres aprenden a canalizar su energía vital (a menudo alterada) a través de ejercicios de respiración y de percepción corporal. Movimientos más o menos dinámicos, dependiendo del potencial que cada uno tenga a disposición. |