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El sistema de castas de la India
Manu reinaba sobre Tierra Madre como primer rey y salvó a la humanidad del gigantesco raudal. El Mahabharata describe a Manu como virtuosa personalidad equipada con gran sabiduría. Toda la raza humana proviene de Manu y se llama por eso “Manavas”. Los Brahmanes, Kshatriyas y otras castas provienen de él. Cada Manu reina durante un Eón, llamado Manvantara. Quatorze Manvataras resultan en un Kalpa. Un Kalpa corresponde a un día de Brahma. El mundo se encuentra actualmente en el séptimo Manvantara, gobernado por Sraddhadeva Manu. Manu también significa el autor del famoso Hindushastra Manusmriti. Algunos hindúes creen que este Smriti contiene todas las leyes, que deberían ser respetadas por todos los hindúes. Manu Smriti es un antiguo texto, que contiene los discursos de Manu. Se considera el código de los hindúes. |
El sistema inicial de las castas, introducido por el gran legislador Manu, era admirable. Manu había reconocido claramente, que la humanidad, a causa de los diferentes grados de desarrollo naturales, se desintegraba en cuatro grandes clases:
1. Los Sudras, que sirven a la sociedad por su trabajo físico.
2. Los Vaisyas que por su inteligencia y su habilidad, ejercen en la agricultura y en la vida comercial.
3. Los Kshattriyas, que tienen cualidades de liderazgo, y que así administran y protegen el país.
4. Los Brahmanes, que son de naturaleza contemplativa, tienen inspiración espiritual y son capaces de inspirar a otros.
“Ni el nacimiento, ni los sacramentos y tampoco el estudio ni la ascendencia pueden decidir si un hombre nace dos veces (que sea Brahmán)”, explica el Mahabharata. “Solo el carácter y el modo de vivir pueden demostrarlo”.
La pertenencia a una de estas castas, no dependía inicialmente del origen de una persona, sino de sus habilidades naturales – del objetivo que se había fijado en la vida. Este objetivo puede componerse de lo siguiente:
1. De Kama (deseos), o sea una vida que está bajo el dominio de los sentidos (estado Sudra).
2. De Artha (ganancia), o sea la satisfacción, pero a la vez el control de los deseos (estado Vaisya).
3. De Dharma (autocontrol), o sea una vida responsable y de actividad justa (estado Kshattriya).
4. De Moksha (liberación), o sea una vida espiritual y de la enseñanza religiosa (estado Brahmán).
Las cuatro castas sirven a la humanidad
1. A través del cuerpo,
2. A través de la mente,
3. A través de la fuerza de voluntad,
4. A través del espíritu.
Estos cuatro estados corresponden a los eternos Gunas, a las características básicas de la naturaleza: Tamas, Rajas, Sattva, o sea: lentitud, acción, expansión – o masa, energía, inteligencia.
Las cuatro castas naturales se clasifican como Gunas como sigue:
1. Tamas (ignorancia),
2. Tamas-Rajas (combinación de ignorancia y pereza o lentitud),
3. Rajas-Sattva (combinación de actividad justa e iluminación) y
4. Sattva (iluminación).
De esta manera la naturaleza habría marcado a cada ser humano con su casta, a saber por predominar de un Guna o una combinación de dos Gunas. Por supuesto cada persona está más o menos bajo la influencia de los tres Gunas. Un gurú siempre será capaz de determinar la casta justa o el nivel de desarrollo de una persona.
En la práctica, aunque no siempre en la teoría, todas las razas y naciones tienen un tipo de sistema de castas. Donde domina gran disipación, la tal llamada “gran libertad”, y las castas opuestas se mezclan entre sí, tiene lugar la decadencia y finalmente la extinción de la raza. La enseñanza del Purana-Samhita compara a los descendientes de esta mezcla con “bastardos infecundos”, que no son capaces de reproducirse. Todas las razas generadas artificialmente finalmente desaparecen. La historia conoce suficientes ejemplos para esto, pues de muchas grandes razas del pasado no existen más representantes hoy en día.
Los grandes pensadores hindúes consideraban el sistema de castas hindú como medida de precaución y de prevención contra cualquier disipación. A ella se debe que la raza haya sobrevivido desde miles de años, mientras otras han desaparecido por completo.
Manu enseño que la sociedad debe cuidar de las personas mayores, sabias y virtuosas. También a todos que pertenecen a la propia familia, y por último a quien tiene propio patrimonio. Todo aquel que acumulaba riquezas para sí mismo, sin compartirlas o ponerlas a disposición de un fin caritativo, era despreciado. Personas tacañas con riquezas ocupaban un rango social muy bajo.
Mucha desgracia ocurrió con el paso del tiempo cuando el sistema de castas estaba rígidamente determinado por las convenciones sociales mal entendidas, convirtiéndose así en un sistema hereditario. La India, que se gobierna a sí misma desde el año 1947 está trabajando despacio pero seguro para volver a introducir los valores de las castas, que solo se orientan en las habilidades naturales de las personas y no a su ascendencia.
Cada pueblo tiene su propio Karma con el que tiene que ocuparse. India, con su espíritu adaptable e inapelable, está sin duda a la altura de su deber hacia una reforma del sistema de castas.
1. Los Sudras, que sirven a la sociedad por su trabajo físico.
2. Los Vaisyas que por su inteligencia y su habilidad, ejercen en la agricultura y en la vida comercial.
3. Los Kshattriyas, que tienen cualidades de liderazgo, y que así administran y protegen el país.
4. Los Brahmanes, que son de naturaleza contemplativa, tienen inspiración espiritual y son capaces de inspirar a otros.
“Ni el nacimiento, ni los sacramentos y tampoco el estudio ni la ascendencia pueden decidir si un hombre nace dos veces (que sea Brahmán)”, explica el Mahabharata. “Solo el carácter y el modo de vivir pueden demostrarlo”.
La pertenencia a una de estas castas, no dependía inicialmente del origen de una persona, sino de sus habilidades naturales – del objetivo que se había fijado en la vida. Este objetivo puede componerse de lo siguiente:
1. De Kama (deseos), o sea una vida que está bajo el dominio de los sentidos (estado Sudra).
2. De Artha (ganancia), o sea la satisfacción, pero a la vez el control de los deseos (estado Vaisya).
3. De Dharma (autocontrol), o sea una vida responsable y de actividad justa (estado Kshattriya).
4. De Moksha (liberación), o sea una vida espiritual y de la enseñanza religiosa (estado Brahmán).
Las cuatro castas sirven a la humanidad
1. A través del cuerpo,
2. A través de la mente,
3. A través de la fuerza de voluntad,
4. A través del espíritu.
Estos cuatro estados corresponden a los eternos Gunas, a las características básicas de la naturaleza: Tamas, Rajas, Sattva, o sea: lentitud, acción, expansión – o masa, energía, inteligencia.
Las cuatro castas naturales se clasifican como Gunas como sigue:
1. Tamas (ignorancia),
2. Tamas-Rajas (combinación de ignorancia y pereza o lentitud),
3. Rajas-Sattva (combinación de actividad justa e iluminación) y
4. Sattva (iluminación).
De esta manera la naturaleza habría marcado a cada ser humano con su casta, a saber por predominar de un Guna o una combinación de dos Gunas. Por supuesto cada persona está más o menos bajo la influencia de los tres Gunas. Un gurú siempre será capaz de determinar la casta justa o el nivel de desarrollo de una persona.
En la práctica, aunque no siempre en la teoría, todas las razas y naciones tienen un tipo de sistema de castas. Donde domina gran disipación, la tal llamada “gran libertad”, y las castas opuestas se mezclan entre sí, tiene lugar la decadencia y finalmente la extinción de la raza. La enseñanza del Purana-Samhita compara a los descendientes de esta mezcla con “bastardos infecundos”, que no son capaces de reproducirse. Todas las razas generadas artificialmente finalmente desaparecen. La historia conoce suficientes ejemplos para esto, pues de muchas grandes razas del pasado no existen más representantes hoy en día.
Los grandes pensadores hindúes consideraban el sistema de castas hindú como medida de precaución y de prevención contra cualquier disipación. A ella se debe que la raza haya sobrevivido desde miles de años, mientras otras han desaparecido por completo.
Manu enseño que la sociedad debe cuidar de las personas mayores, sabias y virtuosas. También a todos que pertenecen a la propia familia, y por último a quien tiene propio patrimonio. Todo aquel que acumulaba riquezas para sí mismo, sin compartirlas o ponerlas a disposición de un fin caritativo, era despreciado. Personas tacañas con riquezas ocupaban un rango social muy bajo.
Mucha desgracia ocurrió con el paso del tiempo cuando el sistema de castas estaba rígidamente determinado por las convenciones sociales mal entendidas, convirtiéndose así en un sistema hereditario. La India, que se gobierna a sí misma desde el año 1947 está trabajando despacio pero seguro para volver a introducir los valores de las castas, que solo se orientan en las habilidades naturales de las personas y no a su ascendencia.
Cada pueblo tiene su propio Karma con el que tiene que ocuparse. India, con su espíritu adaptable e inapelable, está sin duda a la altura de su deber hacia una reforma del sistema de castas.